18 enero 2013

El Templo de Amenofis III, una pequeña maravilla en medio del desierto.



A medida que nos adentramos por el wadi Hellal, el paisaje se vuelve cada vez más árido e inhóspito, y no esperaba que en este desolado y recóndito paraje se encontrara una pequeña joya relativamente bien conservada, en cuanto a colores se refiere, como es el pequeño templo de Amenofis III. 

Situado a unos cuatro kilómetros de la entrada donde se compran los tickets, en la profundidad del wadi, solitario y asislado en medio de este desierto pedregoso y desolador, Amenofis III terminó la construcción de este  pequeño templo, que fué mandado construir por su padre, Tutmosis IV, y reconstruido más tarde en la época Ptolemáíca. Está dedicado a las diosas Nejbet y Hathor, y dado su pequeño tamaño, y el lugar en el que se encuentra situado, los egiptólogos creen que se pudo haber utilizado como estación de reposo, esto es, como capilla reposadero para albergar la barca sagrada de Nejbet durante sus salidas procesionales por estos parajes de su dominio.
El pequeño santuario está formado por un patio columnado, a través del cual se accede a la capilla en la que cuatro columnas con capiteles Hathóricos, sostienen el techo decorado con representaciones de la diosa buitre Nebjet, que con sus alas extendidas, parece proteger todo el santuario.
 






Todos los muros están rematados, en su parte superior, con un bonito friso formado por emblemas Hathóricos intercalados con los cartuchos reales. Motivos decorativos que también se repiten en los intercolumnios de la capilla.
 

Bajo el friso, bonitas escenas que conservan bien los colores nos muestran al faraón Amenofis III y su padre, Tutmosis IV, realizando ofrendas ante diferentes deidades.

AmenofisIII? realiza ofrendas a Nebjet? y a la derecha, recibe el aliento divino de Amón Ra.

 Neb-Maat-Ra recibiendo de nuevo el aliento divino de manos de Horus de Hieracómpolis, a la izquierda; a la derecha presenta ofrendas a la diosa Nejbet. Algunos impresentables han dejado sus inscripciones entre las escenas representadas. Ya les vale.....Uffff.... me voy a callar todos los calificativos nada amables que, cuando veo esta foto (y otras que ya pondré) les dedicaria con sumo gusto. Y es que no entiendo el afán de estropear toda esta belleza que tiene la gente xd.

Detalle de la foto anterior en la que vemos al faraón portando una corona formada por dos altas plumas, con disco solar en el centro, y sustentada sobre unos cuernos de los que sobresalen dos cobras coronadas con un disco solar. La diosa buitre Nejbet le protege con sus alas, y sobre el haz de papiros vemos a Uadjet, la diosa cobra, protectora del Bajo Egipto.

Tutmés IV y su hijo Amenofis III son representados ante sendas mesas de ofrendas
 

Diferentes tipos de vasos y recipientes conteniendo ofrendas





De nuevo, Amenhotep III, a la izquierda, y tras él, su padre Tutmosis IV sentados delante de las mesas de ofrendas.
 

Las barcas sagradas de las diosa Hathor y Nejbet también están representadas en los muros de la capilla


 
Otra bonita imagen de Amenofis realizando ofrendas


Algunas fotos más de esta bonita capilla reposadero, que si bien, su estado de conservación no es todo lo bueno que nos gustaria a los que amamos el Antiguo Egipto, los colores son una pasada, y considero que perderse por estos parajes para ver esta pequeña maravilla en mitad del más abosoluto desierto, bien merece la pena. ¡¡Desde luego yo volveré en cuanto pueda!!!







La mua con el guardián de este pequeño tesoro, y tapándome todo lo que podia del tórrido sol egipcio....y es que hay que estar locos para venir por estos senderos en el mes de agosto, pero a los que nos chiflan las piedras  nos toca sufrir a veces. ¡¡¡que se le va a hacer!!!!!!
 Ramsés II también está aquí representado, en el exterior del templo.Su hijo Khaemuaset, anuncia el quinto festival Sed de su ilustre padre.
 Lateral de la capilla

El wadi Hellal desde el taxi aquel dia de agosto, en el que Ra pegaba de lo lindo y no habia ni una triste sombra para cobijarse....como para ir andando vaya....






¡¡¡¡Ufff cuanta nostalgia siento ahora, al recorrer desde este  rincón virtual,  estos caminos de nuevo!!!!. Este desierto, tan solitario hoy, pero que un dia comtempló el cortejo precesional que trasladaba a la Blanca de Nejen, (como también se conocia a la diosa buitre), en su barca sagrada, durante los festivales realizados en su honor, está repleto de rocas con inscripciones que van desde el Paleolítico hasta la epoca islámica, pasando por la faraónica, por lo que su historia se pierde en los albores de los tiempos....Y eso que parece que ninguna forma de vida humana o no humana haya puesto jamás los pies en él, tan desierto se ve.....Volveré, seguro que volveré....

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